El Parque Tantauco, en sus ya más de 20 años de funcionamiento, se ha encargado de ir recopilando y publicando parte de su historia. A continuación se presenta la introducción del libro "El Lado Salvaje de Chiloé, escrito por Sebastián Piñera E.
El 2006, en la presentación de un pequeño folleto que daba a conocer el naciente Parque Tantauco -que en Huilliche significa “donde se juntan las aguas”-, escribí: “Fundación Futuro tiene el agrado de anunciar el nacimiento de un nuevo parque al sur de la Isla de Chiloé: se trata de un maravilloso paraíso terrenal donde pretendemos valorar, conservar y restaurar los ecosistemas y las especies presentes, así como impulsar un desarrollo turístico sustentable”. Más adelante señalé: “…Esperamos que comparta (y goce) con nosotros esta iniciativa de generar acciones desde el mundo privado en aras de proteger la naturaleza y resguardar nuestro patrimonio natural”.
De ello han pasado ocho años. Por mi parte ha corrido “mucha agua bajo el puente”. Así y todo, al presentar este libro del Parque Tantauco puedo afirmar que hemos cumplido a cabalidad nuestros objetivos iniciales. Es más, en estos 2.922 días se han construido más de 130 kilómetros de senderos, levantamos seis refugios e implementamos varios fogones y lugares de camping. Gracias a nuestros dos viveros se recuperaron más de 100 hectáreas de bosques degradados, lo que se suma a nuestro programa de investigación, donde hemos trabajado con emblemáticas especies como el ciprés de las Guaitecas, el zorro de Darwin y la ranita de Darwin. Estos conocimientos aportan al programa de Educación Ambiental de Tantauco, que ha acercado la naturaleza a más de 1.500 estudiantes en riesgo social. Asimismo, la relación abierta, respetuosa y colaborativa con los habitantes de la caleta Inío, el único lugar del Parque donde vive una comunidad permanente, nos enorgullece. En fin, han sido 70.128 horas más que fructíferas.
No puedo terminar estas líneas sin invitarlos entusiastamente a conocer el Parque Tantauco y sin recomendarles la lectura del capítulo dedicado a Chiloé del maravilloso libro “Viaje de un naturalista alrededor del mundo” de Charles Darwin. Les confieso que esas minuciosas y fascinantes descripciones realizadas entre 1832 y 1835 por el intrépido inglés fueron una de mis inspiraciones a la hora de embarcarme, en pleno siglo XXI, en esta gran aventura. La otra motivación: contribuir, aunque sea con un grano de arena, a la conservación integral del medio ambiente de uno de los parajes más sublimes y recónditos de Chile.
Por último, nada más que agradecer a Dios por las maravillas de la naturaleza que nos legó y por la oportunidad única de poder revitalizarla, gozarla y compartirla con todos los hombres y mujeres de buena voluntad del presente y, por cierto, con los que vendrán.
¡Sean todos bienvenidos al Parque Tantauco!
Los invitamos a leer más sobre Parque Tantauco.